Sí, me gustan las películas de zombies (no todas, claro), pero nunca había leído un libro sobre ellos. No por nada; simplemente, no surgió la oportunidad. Y entonces, en un evento literario, escucho parte de una novela de zombies, narrada por el propio autor.
Me gustó la forma de contarlo, sumergiendo al lector dentro de Castle Hill –el pueblo donde transcurre la historia–, de la mano del narrador, como si fuéramos un Ebenezer Scrooge cualquiera arrastrado por el fantasma de las Navidades. No es fácil que un escritor consiga que este efecto de narrador-cómplice cale en el lector, pero decidí darle una oportunidad al libro.
Así que aproveché que Víctor Blázquez estaba en la Feria del Libro de Madrid para llevarme un ejemplar dedicado de El Cuarto Jinete. Eso fue el pasado domingo.
Cuatro días después, ya había devorado (una palabra muy apropiada) las 350 páginas de El Cuarto Jinete, y tenía ganas de máaaaaas.
¿Qué encontraremos en El Cuarto Jinete? Centenares de zombies, claro; pero además una narración clara, bien descrita, que te sumerge increíblemente rápido dentro del pequeño pueblo norteamericano. Tratándose de una historia de muertos que se levantan con ganas de morder, rasgar y comer, es mejor no encariñarse mucho con ninguna de las personas que pueblan las páginas de la novela, porque Blázquez no duda en destripar a cualquiera de ellas, incluso después de hacer que conozcamos detalles de sus vidas que casi les convierten en viejos conocidos nuestros. Qué cruel.
Lectores de terror –y en especial, seguidores de Stephen King–, os recomiendo leer este libro. Pasaréis un buen (o angustioso, según se mire) rato.
Si, como yo, os quedáis con ganas de más, ya se encuentra disponible El Cuarto Jinete: Armagedón. Yo ya lo he empezado…
Para más información, aquí os pongo el enlace a la página de la novela, en Editorial Dolmen: EL CUARTO JINETE
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